Aquí dejo caer una pequeña reflexión a través de este dibujo de un personaje tan conocido por todo el mundo. Quisiera contar una pequeña anécdota: Hace tiempo, trabajando con un grupo de treinta niños y niñas de nueve y diez años de edad, les propuse hacer un pequeño experimento. Consistía básicamente en dedicar un día entero a sonreír a todas y cada una de las personas con las que se encontrasen o hablasen, y después observar las reacciones de la gente. Después, al comentar en el grupo las observaciones que habían hecho, fue muy curioso escuchar a muchos de ellos decir que mucha de la gente a la que habían sonreído les habían mirado extrañados o contrariados. Fue también curioso como los propios niños se indignaban en cierta manera al comentar sus experiencias; no entendían por qué esas reacciones de la gente si ellos estaban regalándoles una sonrisa. Lo mejor de esta experiencia es que los pequeños llegaron a una conclusión muy acertada, y en la cual los «mayores» a menudo ni reparamos: todo el mundo sería más feliz si hubiera más gente sonriendo a los demás.
Qué pasaría si ....? 